¿Cómo es tu relación con el dinero?
- Fabiola Quiñones
- 15 mar 2017
- 2 Min. de lectura

Todos hemos sido configurados a lo largo de nuestra vida con hábitos y creencias acerca del dinero. Que observábamos en nuestra familia y todas las personas que estuvieron a nuestro alrededor durante nuestro crecimiento.
Reflexiona cuales eran las palabras o acciones que escuchabas y observabas de tus papás cuando hablaban del dinero, de tus hermanos mayores, o familiares cercanos.
“El dinero no crece en los árboles”, “El dinero crea todos los males”, “Las personas ricas son muy déspotas”, “El dinero no es nada en la vida”, “El dinero es para gastarse”, “No hay dinero, estamos en crisis” , “Las personas cambian cuando tienen dinero”, “Aquella persona se hizo rica haciendo cosas ilegales”, etc.
O ¿cuantas veces observaste a estas mismas personas gastar cada centavo que ingresaba en su bolsillo compulsivamente, o muy por el contrario retener lo más que podían cada centavo, viviendo en una gran escasez aun teniendo dinero?
Todos estos comportamientos fueron afectando nuestra percepción con el dinero, creando configuraciones en nuestra mente que inconscientemente las venimos arrastrando y que perjudican constantemente nuestra relación con el dinero.
Alejandro Saracho en su libro Reconfiguración Financiera, nos dice que fuimos configurados de 4 maneras durante nuestro crecimiento:
Visual: Lo que vi acerca del dinero cuando era pequeño.
Auditivo: Lo que escuché acerca del dinero cuando era pequeño.
Kinestésico: Lo que modelé o hice igual que mis padres y personas a mi alrededor acerca del dinero, desde que era pequeño hasta el día de hoy.
Eventos significativos: Los eventos que causaron un gran impacto en mi vida desde que era pequeño hasta el día de hoy.
Por eso es importante tomarnos un tiempo para evaluar y reflexionar esos patrones que venimos modelando desde nuestra niñez y que fuimos aprendiendo de nuestro entorno.
Respóndete a ti mismo:
¿Qué es lo que observé durante mi niñez acerca del dinero?
¿Qué es lo que escuché acerca del dinero?
¿Qué sigo haciendo igual, qué frases repito, que acciones?
¿Qué situaciones con el dinero causaron un gran impacto en mí?
Al responder estas preguntas, empezamos a recorrer un camino de auto-evaluación, comenzamos a hacernos conscientes y nos queda de tarea dejar atrás viejos hábitos y creencias que no nos permiten fluir con el dinero.
Debemos comenzar a buscar fuentes confiables que nos inculquen buenos hábitos y nuevas creencias, por ejemplo: en libros, cursos, conociendo la opinión de personas que tienen excelente relación con el dinero y nosotros mismos evaluar qué es lo que funciona y que no.
«Siembra un pensamiento, cosecha una acción; siembra una acción, cosecha un hábito. Siembra un hábito, cosecha un carácter; siembra un carácter, cosecha un destino»
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